El secreto de las Toallas Suaves y mullidas
No hay nada como la frescura y suavidad de una toalla nueva. Cada vez que traes una a casa queda la esperanza de que nunca pierda ese tacto mullido tan agradable. Aunque lo cierto es que siempre pasa igual, con el uso acaba desgastándose y pierde su esponjosidad. Para esto hay trucos fáciles, a continuación vas a leer el secreto para mantener las toallas suaves y mullidas.
¿Como mantener la suavidad y esponjosidad? Si piensas que el secreto está en la cantidad de suavizante estás equivocada. En realidad con algunos pequeños cambios a la hora de lavarlas puedes marcar la diferencia.
Añadir vinagre en el lavado
Seguro que se te había pasado por la cabeza, es el truco más utilizado por las abuelas, a cualquier cosa le echas vinagre y mejora jeje.
La calidad del tejido de las toallas empeora por el uso del detergente y los suavizantes, estas sustancias se van acumulando en las fibras y hacen que con el tiempo se endurezcan. Si añades una taza de vinagre blanco destilado en el ciclo de enjuague conseguirás eliminar el detergente acumulado, y las toallas recuperarán gran parte de su suavidad original.
Si las toallas son nuevas y todavía no han perdido sus propiedades, puedes mojarlas en vinagre cada 3 o 4 lavados antes de meterlas a la lavadora. De esta forma siempre mantendrán su tacto mullido.
Practicar buenos habidos de lavado
Cuando se trata de lavar la ropa es fácil ponerse en piloto automático, hacerlo sin pensar. Llenamos la tapa hasta el borde de detergente, metemos toda la ropa que podamos, aunque tengamos que empujar para poder cerrar la lavadora, y la pasamos a la secadora con todo el chorro de calor.
Lo primero para mejorar los hábitos de lavado es utilizar menos detergente. A menos que trabajes revolcándote en el suelo la ropa no necesita cantidades de jabón tan abundantes. Y si fuese el caso, podrías lavar las toallas por separado.
Lo segundo es llenar menos la lavadora para que las toallas tengan suficiente espacio, cuanta menos cantidad mejor es el lavado.
Por último, si tienes espacio es recomendable que la ropa se seque a temperatura ambiente, cuélgala en vez de meterla en la secadora. El calor de ésta degrada los tejidos a una velocidad que ni te imaginas.
Utilizar bicarbonato de sodio
Además de cambiar los hábitos de lavado y echar vinagre a la colada de vez en cuando, también puedes añadir bicarbonato de sodio. Tiene un efecto parecido al suavizante, con la ventaja de que elimina los olores (el suavizante no los elimina, los camufla con perfume).
Sólo tienes que añadir media taza de bicarbonato de sodio al ciclo de enjuague.
Un truco para eliminar la pelusa de las toallas
Hasta ahora hemos visto cómo mantener, o devolver, la suavidad a las toallas, pero ¿qué hay de la pelusa? ¿Has oído hablar del truco de la pelota de tenis? Si metes una pelota de tenis limpia a la secadora ayudará con las pelusas de las toallas. El movimiento creado por la pelota es clave para esto.
Es importante que la pelota sea nueva, que nunca haya sido usada para no transferir bacterias y suciedad a la ropa ya limpia. Recuerda que se mete en la secadora y no en la lavadora.
Aunque este truco tiene 2 puntos negativos. El primero, que si la pelota es de baja calidad puede desteñir y tintar las toallas de color amarillo. Y el segundo, que puede transferir olor a plástico. Para solucionarlo, en vez de comprar pelotas de tenis puedes comprar bolas de secado (como éstas) que están diseñadas especialmente para suavizar la ropa y evitar las pelusas mejorando el flujo de aire en la secadora.
¿Estás lista para probar estos trucos para conseguir toallas suaves y mullidas? Es más fácil mantener la suavidad de una toalla que restaurarla una vez ha perdido su esponjosidad, si quieres conservar como el primer día tus toallas empieza hoy mismo a ponerlos en práctica.
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