La estética japonesa de Wabi Sabi se basa en la idea de que la belleza se encuentra en la imperfección. Este viejo concepto, un tanto complejo, viene del budismo Zen compartiendo así características como la austeridad y el acercamiento a la naturaleza.

El estilo de decoración japonés Wabi Sabi tiene que ver con la asimetría, la modestia, la sencillez y lo natural. Es propio de zonas rurales y retiros espirituales con pocos recursos económicos y necesidades básicas.

Wabi Sabi en diseño de interiores

En realidad este estilo pertenece al budismo, que se basa en la austeridad, pero también podemos adaptarlo a nuestra vida diaria para intentar acercar la paz a nuestro interior. Los mejores ejemplos se recojen en el libro Axel Vervoordt: Wabi Inspirations del que salen algunas de estas imágenes.

Por tanto es complicado definir cuales son los colores característicos de esta corriente, básicamente porque no tiene patrones, la idea es decorar de forma sencilla utilizando elementos naturales. De modo que lo más acertado es combinar marrones, con verdes y grises, sin colores llamativos ni extraños en la naturaleza.

En cuanto a los muebles, elige bordes ásperos, inacabados y de formas imperfectas, piezas desgastadas. Los tejidos tienen que ser naturales y orgánicos, si puede ser hechos a mano. En general el estilo Wabi Sabi es muy parecido al estilo rústico, pero con más austeridad, sólo con lo básico.

Siguiendo con esto que comentamos, la característica principal es la economía. No hay necesidad de que las cosas sean caras, el Wabi Sabi rechaza todo lo que no sea simple y económico. Las piezas de diseño no tienen cabida en este estilo, lo que se busca son muebles auténticos, como los que tenían nuestros abuelos en el pueblo.

Es ideal para personas a las que les gusta la simplicidad, la estética sincera, sentirse cercano a sus raices rurales, quien busca tranquilidad y paz con lo que le rodea.