Cómo aportar tu propio estilo también en la cocina
Cada habitación de una casa dice algo de su propietario y, por norma general, hay dos de ellas que se suelen dejar más relegadas y no se repara tanto en su decoración. Hablamos de la cocina y el baño.
En esta ocasión, nos hemos centrado en la primera porque se pasa bastante tiempo en ella y, dependiendo de cómo se decore, puede ser una estancia más donde reunir a la familia o a los amigos.
Hay algo que no puede faltar, claro está, y es tener los mejores electrodomésticos posibles, que harán que las tareas cotidianas sean mucho más livianas. Por ejemplo, se puede contar con lavadoras de carga superior económicas que hacen que sea mucho más sencillo y cómodo el poner la ropa a lavar.
Pero, ¿cómo aportar ese estilo único? Toma nota de estos consejos.
Electrodomésticos grandes vs pequeños
Cuando se piensa en electrodomésticos, lo primero que suele venir a la cabeza son elementos como la lavadora, la nevera o el lavavajillas, pero hay muchos más que pueden ayudar en la decoración.
Si es el momento de cambiar alguno de los grandes, quizás se pueda optar por elegir uno con un poco de vida, que cuente con un toque de color. Como a veces es complicado encontrar modelos que se salgan de la norma, se pueden emplear vinilos que, de una manera económica, hacen que el electrodoméstico visualmente cambie por completo.
En cuanto a los electrodomésticos pequeños, como podría ser una sandwichera, una tostadora, o un exprimidor eléctríco, ¿qué tal si se apuesta por algo llamativo, de estilo retro o similar? Son pequeñas ideas que consiguen cambiar el conjunto final de forma económica.
Las paredes
Lo más habitual, hasta ahora, era encontrarse paredes blancas con algún que otro azulejo, pero hoy en día las opciones son infinitas. No hay que cortarse y es bueno dejar volar la imaginación.
Los mismos vinilos de los que hemos hablado más arriba existen para las paredes, y pueden elegirse en forma de imágenes o textos. Tampoco está de más el contar con algún cuadro interesante o un póster. Por supuesto, el color sigue siendo el gran aliado. No es cuestión de poner todas las paredes de un color llamativo, pero con una sola se creará un contraste de lo más sugerente.
Plantas
Hay que aprovechar el toque único que aportan las plantas y trasladarlo también a la cocina. De hecho, una buena idea es tener plantas para cocinar que se vayan a emplear en diferentes recetas, como puede ser el hinojo, el enebro, al albahaca, la menta, el cebollín, el tomillo o el estragón. No sólo decoran sino que se podrá contar con ellas frescas para cuando hagan falta.
Las luces
Sin duda es importante que la zona de los fuegos y donde se prepare la comida esté bien iluminada pero, en la zona de la mesa (de haberla) se puede jugar un poco más.
Por un lado, con una lámpara que aporte al diseño en su conjunto y, por otro, con juego de luces que haga que se pueda bajar la intensidad, para las veces en que se quiera usar y crear un ambiente diferente.